Mente Modular

Conectar conmigo


Mis redes simbólicas

Relatos en segundo plano

Imagen de portada

Las ideas no se empujan: se prueban

Si algo necesita que lo impulse cada día, no era una idea: era una ilusión

Hay ideas que parecen brillantes cuando las pienso...
pero si las dejo solas, se apagan.

Si tengo que convencerme cada mañana de que siguen valiendo la pena, no valen la pena.
Si tengo que empujarlas cada vez para que avancen, es que no avanzan solas.


Una idea que funciona se nota: camina sin que yo la arrastre.
Tiene tracción propia, genera movimiento sin esfuerzo artificial.

Las ideas que requieren demasiada defensa son como fogatas mojadas:
solo arden si estoy ahí soplando todo el tiempo.

Por eso las pruebo. Las suelto. Las dejo vivir un poco sin mí.
Y observo qué pasa.

Las ideas no se empujan: se prueban. Y si no se sostienen solas, no eran ideas: eran deseos con disfraz.

No llamo fracaso a que una idea no funcione.
Llamo fracaso a sostener una idea muerta solo porque una vez me ilusionó.