Mente Modular

Conectar conmigo


Mis redes simbólicas

Relatos en segundo plano

Imagen de portada

Las respuestas llegan cuando yo desaparezco

Confío en el vacío porque sé que ahí es donde aparece la forma

He aprendido a no perseguir las respuestas.
A no sentarme frente al problema con los puños cerrados, como si pudiera estrujarlo hasta sacarles algo.
No funciona así.
No en mí.

Las mejores respuestas que he tenido no llegaron cuando pensaba.
Llegaron cuando caminaba, cuando me duchaba, cuando me rendía.


Mi mente funciona como un espejo de agua.
Si lo agito, no veo nada.
Pero si lo dejo quieto, todo aparece.
No es magia.
Es silencio.


Durante mucho tiempo me sentí culpable por eso.
Por no poder responder en caliente, por necesitar alejarme, distraerme, desaparecer un rato.
Pensaba que estaba evitando el problema.
Ahora sé que lo estaba dejando hablar.


Cuando suelto la necesidad de encontrar la respuesta, la respuesta me encuentra a mí.
Como si solo pudiera venir cuando yo dejo de ocupar su sitio.
Como si hubiera algo dentro que sabe lo que tiene que decir, pero necesita que me aparte para poder hablar.


No estoy ausente cuando desaparezco.
Estoy dejando espacio.

Y cuando vuelvo, la pieza ya está ahí.
Como si siempre hubiera estado.
Solo necesitaba que me quitara de en medio.


A veces, pensar es desaparecer para dejar que algo más hable por ti.